Jimin tenía cuatro días de haber regresado de Gangneung, cuando decidió hablar con sus padres.

—Papá, mamá, quiero hablar con ustedes.

—¿Qué sucede cariño? —dijo con voz preocupada la señora Park—. ¿Existe algún problema?

—Todo lo contrario, creo que ya lo resolví.

—Habla mi niño, que nos tienes con el alma en un hilo —exigió el señor Park.

—He decidido... estudiar economía, aprenderé a.manejar los negocios de la familia y así cuidaré de nuestro patrimonio.

—¿Qué dices? —dijo la señora Park, viendo a su hijo como si hubiera dicho un disparate, en medio de un asunto muy serio—. Sabes bien que no puedes sobre esforzarte, tu corazón puede sufrir algún daño, además eso le corresponde al que llegue ser tu marido, tú solo te debes de encargar de educar a tus hijos, así es como cuidarás de nuestro patrimonio.

—No necesitamos a ningún extraño para que cuide lo que a papá le costó años forjar, además lo de mi trasplante fue cuanto tenía 10 años, ya soy bastante grandecito y me siento con la capacidad de aprender y entender todos esos menesteres que manejan los hombres de negocios.

—Tú lo has dicho, "hombres", no un muchacho alocado que no entiende cuál es su lugar.

—Jim, hijo... —trató de hablar el señor Park, pero su esposa y su hijo no lo dejaban decir palabra.

—¡Mamá, por lo menos deja que lo intente!

—¡No dejaré que arriesgues tu vida, muchachito!

—¿Por qué crees que no puedo hacer algo bien? ¡No soy un niño!

—¡Te has ganado el afecto de Lee Minho, comprométete con él!

—¡No te respondo lo que estoy pensando por respeto, mamá!

—¡Basta ustedes dos! —gritó el señor Park y los dos se sobresaltaron y lo miraron atentos—. No vas a dejar este tema, ¿verdad? —miró resignado a su hijo.

—No.

—¿Aunque te estrelles?

—Al menos lo intentaré.

Tras un breve silencio, que pareció siglos, respondió.

—Está bien, inténtalo si quieres.

—¿Qué? ¿Te has vuelto loco tú también? —replicó la señora Park.

—¡Gracias papá! ¡Gracias, gracias, gracias! —lo abrazaba y lo besaba.

—Jimin —lo apartó para mirarlo a los ojos—. Sólo ten en cuenta, que yo no voy a interceder por ti en la escuela de economía, tú tendrás que ir a solicitar que te acepten; y si lo hacen, sólo te pagaré un mes de tus estudios, si lo consigues, te pagaré el siguiente.

—Acepto tus condiciones. ¡No les voy a fallar! ¡Se los prometo! —y saltando de alegría se dirigió a su habitación, tenía que prepararse para lo que vendría.

Los padres de Jimin quedaron solos.

—¿Qué has hecho? —habló la señora Park casi en un murmullo—. Lo van a destrozar, no piensas en su salud.

—Nosotros estaremos aquí para consolarlo y protegerlo, pero es hora de que Jimin pruebe lo que es el mundo real, no lo vamos a mantener toda su vida en una cajita de cristal.

✧✦✧

Jungkook y Jisung tomaban un helado, sentados en la banca de un pequeño establecimiento.

—Jungkook, ¿te puedo hacer una pregunta algo personal?

—Pregunta.

—¿Qué significa para ti Park Jimin?

Jungkook casi se atraganta con la pregunta.

—¿Cómo sabes de Jimin?

—Por Minho, sé que fue tu prometido, pero... quisiera saber que representa para ti ahora.

—Bueno, pues... exactamente eso, él es mi exprometido —respondió sintiéndose incómodo con aquella pregunta.

—¿Todavía sientes algo por él? Perdona si soy muy directo, pero quiero saber en qué suelo estoy parado.

—Jimin siempre será una parte importante de mi vida, imagínate, nos hicimos novios, desde que él tenía quince años, estudiamos juntos en el Seoul International School...

Y sin pretenderlo, empezó a hablar de Jimin, evocando sus añoranzas.

—Cuando me castigaron, por culpa de un maldito australiano, se atrevió a llevarme una frazada y una canasta con comida hasta el salón de castigo, y... —de pronto se dio cuenta que se encontraba hablando de Jimin con verdadera devoción, mientras Jisung lo miraba dulcemente.

—Creo que ya contestaste a mi pregunta, sigues enamorado de Jimin.

—No, nada de eso, lo que pasa es que la costumbre suele ser muy fuerte, de hecho yo fui quien terminó con él.

—Tal vez estás arrepentido de ello y no lo quieres reconocer.

—Por supuesto que no.

—Pues, si no defines tus sentimientos, tal vez sea muy tarde para los dos.

—¿Tarde para los dos?

—Sabes que Minho lo está pretendiendo, ¿verdad?

—Algo he escuchado.

—Pues si Jimin lo acepta, habré perdido al hombre que amo y tú...

—Jim tiene derecho a rehacer su vida con quien quiera, yo... fui muy cruel con él, nunca fui el novio que se merecía.

—Y quisiste enmendarte conmigo.

—Mi amistad por ti es sincera, no te estoy usando de pretexto para olvidar a Jimin.

—Entonces que si lo quieres olvidar.

—¡No! No malinterpretes mis palabras.

—Mejor ya no digas nada y llévame a mi casa.

—Jisung, por favor...

—Jungkook, por favor.

—Está bien... y perdón —Jungkook pagó la cuenta y se retiraron en silencio.

✧✦✧

Tres días después, Jimin llegó con Momo a la escuela de economía, su madre no iba a permitir que él saliera sin compañía, eso no le importó mucho al menor, al fin tenía lo más importante para él.

Tenían media hora de haber llegado y todavía estaban parados frente al edificio, tratando de reunir valor, el gran edificio de la Universidad era hermoso y para él ahora representaba un monstruoso desafío.

—Taehyung, ¿por qué no estás aquí conmigo? —pensaba angustiado—. ¡No! Ya no tengo que depender de Taehyung cada vez que tengo un problema, lo tengo que resolver solo —aspiró profundamente, le pidió a Momo que lo esperara en una banca cercana, cruzó la calle y entró a la escuela.

Llegó a la recepción y solicitó ver al rector.

—Señorita, no tengo cita, pero quisiera saber si es posible ver al rector de la universidad.

—¿Asunto? —contestó indiferente la secretaria.

—Sobre la incorporación de un nuevo alumno a la facultad de economía... yo sería el estudiante.

—El ciclo escolar comenzó hace tiempo.

—Lo sé, por lo mismo me gustaría hablar con el rector.

—Veré si lo puede recibir. Su nombre...

—Park Jimin.

La secretaria entró a una oficina dejando a Jimin solo, y él se entretuvo mirando los diplomas de los que seguramente eran grandes eminencias de la economía, más por nerviosismo que por curiosidad, de pronto la secretaria salió de la oficina por la que había entrado.

—Puede pasar joven Park, el señor Youngjae lo recibirá.

Jimin entró nervioso, pero estaba decidido a estudiar economía, y no se iba a ir hasta conseguir que lo aceptaran en la facultad.

Luego de esos 60 minutos que pasaron, Jimin salió de la oficina del rector Youngjae, estaba pálido y respiraba con dificultad, se despidió de la secretaria y se dirigió hacia la salida. De pronto las puertas de los salones se abrieron, las clases habían terminado y los alumnos comenzaron a salir, cruzándose en el camino de Jimin, pero una figura conocida captó su atención.

—¡Minhyun! —se vieron brevemente y Jimin siguió su camino.

Prácticamente salió corriendo y una vez fuera del lugar tomó a Momo del brazo y salieron corriendo en camino al departamento de Taehyung, que por suerte no estaba tan lejos.

—¡Espera Momo! Déjame recuperar un poco, todavía estoy temblando —expresó y las lágrimas comenzaron a escurrir por su cara.

—¿Por qué no regresamos a la casa, joven Jimin? Eso puede afectar su salud, que su madre llame a un doctor —dijo Momo con genuina preocupación.

—¡No! Antes que nada, tengo que hablar con Taehyung, él es el primero que tiene que saber lo me ocurrió.

Subieron las escaleras y tocaron a la puerta, esperó un segundo eterno y se abrió la puerta.

—¡Jim! ¿Ya fue tu entrevista? —le preguntó Taehyung sonriente, pero al ver su cara pálida y lloroso, se asustó—. ¡Jimin! ¿Qué pasó?

—¡Me aceptaron, Taehyung! —dijo Jimin entre sonoros sollozos—. ¡Soy el nuevo estudiante de la escuela de economía! —y se echó a llorar entre sus brazos.

—¡Jimin, lo lograste! ¿Por qué lloras? —consolaba a su amigo abrazándolo amorosamente.

—Es que no sabes lo que pasé, me estaba muriendo del miedo.

—Pero pasa, pasen, no podemos hablar en el pasillo.

Jimin y Momo entraron al departamento de Taehyung.

Momo se acomodó en la salita de espera de siempre, mientras Jimin hablaba con su amigo, los cuales se acomodaron en la sala principal.

—Cuéntamelo con lujo de detalles.

—Bueno... entré a hablar con el Señor Youngjae, el rector... y le dije que quería estudiar economía...

✧✦✧

Por otro lado, rápidamente, Minhyun se dirigió con la recepcionista después de ver a Jimin.

—Oiga, ¿usted sabe a qué vino ese lindo muchacho de cabello castaño?

—¿El joven Park?

—Si.

—A incorporarse a la carrera de economía.

—¿Qué? —Minhyun no salía de su asombro—. ¡No puede ser! ¿Y el señor Youngjae lo aceptó?

—No lo sé, el señor Youngjae no me ha informado nada.

—¡Pero él no sabe nada de economía, no puede entrar!

—¿Y a mí qué me dice? —exclamó la secretaria sin comprender las palabras de Minhyun.

Minhyun se quedó pensativo, esta nueva carta tenía que manejarla con cuidado, no se iba a precipitar, no demoró y llegó a la facultad de Economía, los estudiantes salían de clases y pronto divisó su objetivo.

Jungkook, había regresado del descanso antes de tiempo, no podía dejar de pensar en la conversación que había tenido un par de días atrás con Jisung y sobre todo no había parado de pensar en Jimin.

—Pero si yo terminé con él porque no me provocaba como persona, un matrimonio no puede basarse solo en la amistad. ¿Realmente será que es por costumbre que no dejo de pensar él? ¡Dios! Estoy hecho un lio, ni mis supuestos sentimientos prohibidos hacia Taehyung me tenían en este estado.

Los alumnos comenzaron a llegar y Jungkook optó por concentrarse en los libros, ya que no llegaba a ninguna conclusión respecto a Jimin, pero una cara se le hizo conocida.

—Hola primo.

—Minhyun, ¿qué haces aquí?

—¿Acaso me está prohibido la entrada a este lugar?

—Lo digo porque tus exs compañeros te podrían incomodar.

—No estaré mucho tiempo —Minhyun no podía guardar más tiempo su veneno—. Vine a ver si podía encontrar a Lee Minho.

—¿Se puede saber para qué?

—Para que vaya a consolar a su noviecito, ya sabes a quién me refiero, ¿verdad?

—No empieces con tus medias palabras, saca tu veneno de una vez. ¿Qué tienes que decir de Jimin? —a Jungkook se le empezó a calentar la sangre.

Minhyun se carcajeó de lo fácil que era sacar de sus casillas a Jungkook.

—Qué bien, sabes de quién te estoy hablando.

Jungkook lo tomó por la chaqueta.

—O me dices a qué viniste o te puedes ir largando de mi presencia.

—El muy estúpido de Jimin se atrevió a solicitar su incorporación a la facultad de Economía, el señor Youngjae lo trató como a un trapo y lo corrió, seguramente está desecho y necesitará consuelo, algo que tú ya no tienes derecho a darle —y se soltó a carcajada abierta.

Jungkook lo alejó de él de un empujón, quiso ir a la casa de Jimin, pero sabía que no lo recibirían, además de que no tenía ningún motivo para explicar su presencia en esa casa, así que se decidió por ir a la facultad de Economía.

—¡Señorita! ¿Asistió hoy un chico de nombre Park Jimin?

—No puedo dar ese tipo de información.

—¡Por favor, es importante!

La secretaria lo miró tan angustiado que asintió.

—¿Podría hablar con el Señor Youngjae? Me es urgente.

—El Señor Youngjae ya salió de su oficina, pero puede que todavía lo encuentre por donde estaciona su automóvil, por la parte trasera del edificio.

—Gracias señorita —y salió disparado hacia donde le indicaron con mil preguntas que le cruzaron por la mente. ¿Qué hacía Jimin aquí? ¿Quiere estudiar economía?, las imágenes de un Jimin asustadizo, nervioso, a punto del colapso lo angustiaron más; dio la vuelta al edificio y divisó al rector.

—¡Señor Youngjae! ¡Aguarde por favor!

—Señor Jeon, que agradable visita, ¿qué tal le va en la universidad?

—Bien, bien —decía tratando de recuperar el aire que por el esfuerzo perdió—. Señor Youngjae, el día de hoy tuvo la visita de un chico.

—Sí, así es, el joven Park, que curioso, su primo Minhyun también preguntó por él.

—Señor rector, no sé si Jimin vuelva a visitarlo, pero si lo hace quisiera que tuviera en cuenta que él es una persona muy dócil, frágil, se asusta fácilmente. Si nuevamente viene a verlo, por favor, como un favor muy especial, no sea muy duro con él, sea muy sutil al explicarle porqué no puede admitirlo en la facultad y...

—Señor Jeon, creo que no estamos hablando de la misma persona—. El joven en cuestión, es un chico de mucho carácter, de fuertes convicciones y testarudo.

—Quiere decir que...

—El joven Park fue aceptado.

Jungkook no podía creer lo que escuchaba.

—Yo le dije desde el momento en que me comentó lo que pretendía, que era imposible por muchas razones y se las tuve que enumerar una por una; primero le dije que tenía que tener una educación básica en matemáticas y me enseñó su certificado del Seoul International School.

—Sí, ahí estudiamos juntos.

—Pues entonces sabrá las magníficas calificaciones que tiene.

—Yo nunca me preocupé por preguntarle por sus calificaciones —pensó Jungkook mordiéndose loslabios.

—Luego le hice ver que ser economista no era carrera fácil, que era muy estresante. ¿Y qué cree que me respondió?

—No tengo idea.

—Que todos los hombres eran iguales, porque todos guardan lo mismo entre los pantalones.

Jungkook se tapó la boca para no soltar la carcajada.

—Me pidió pruebas de algún documento que dijera que él no podía estudiar economía y no sé que tanta más palabrería que me mareó y terminé aceptándolo como alumno en esta facultad.

—Se lo aseguro señor Youngjae, Park Jimin será el mejor de su clase.

—Eso espero joven, no quiero ser el hazmerreír de este lugar.

Jungkook se despidió del rector y regresó más calmado a su casa, tenía muchas ganas de volver a ver al menor, pero al nuevo Jimin, solo... había un problema, ¿este nuevo Jimin lo dejaría acercársele?